NOS AYUDAMOS UNOS A OTROS
Me gustaría compartir este libro (que ya hace muchos años me recomendó un buen compañero y amigo) con todos aquellos preocupados por mejorar la convivencia en sus centros, presenta actividades que nos ayudan, como dijo JACQUES DELORS, a construir los dos pilares de la educación del siglo XXI "aprender a ser" y "aprender a vivir juntos".
Habla de la MEDIACIÓN ESCOLAR es decir la forma constructiva de resolver conflictos.
El instituto es, ante todo, un lugar para aprender y para
convivir, para mejorar nuestras capacidades como estudiantes y para mejorarnos
también como personas. Pero a veces, en las relaciones con los compañeros y compañeras
de clase, se dan determinadas manifestaciones de agresividad y maltrato que
causan daño a las personas que se ven afectadas en los conflictos que surgen en
el día a día en el centro.
Las
habilidades para abordar los conflictos son necesarias porque los conflictos
forman parte de la vida cotidiana. El conflicto está en las noticias de todos
los días y toma diferentes formas, desde disputas internacionales a
enfrentamientos interpersonales que pueden llegar a agresiones y homicidios.
El conflicto forma, también, parte de la vida
escolar.
Es normal que en el contexto escolar surjan a
diario: rumores, malentendidos, desprecios, incomprensiones, insultos, quejas,
disputas, peleas, amistades que se rompen, amenazas, situaciones desagradables
o injustas, etc. Su presencia indica que las personas tienen objetivos,
intereses, sentimientos, creencias, percepciones distintas y que participan en
relaciones que valoran. La ausencia de conflictos implicaría una situación
irregular en la que ni los objetivos son de interés, ni las relaciones son
valiosas.
Uno de los problemas que nos encontramos
frecuentemente en el ámbito escolar a la hora de abordar los conflictos es que
respondemos de forma inmediata e irreflexiva (acción-reacción) y nos faltan
indicadores sobre cómo enfrentarlos de una manera diferente a la violenta.
Por eso es importante plantear nuevos Proyectos
que nos ayuden a mejorar la Convivencia en el centro como el “Programa de Alumnos Ayudantes y Medidadores”
para construir entre todos una cultura de convivencia no-violenta, agradable y
satisfactoria, donde cada uno de nosotros, sea como sea y provenga de donde
provenga, se sienta escuchado, atendido y aceptado.
Se trata, en definitiva, de crear unos
procedimientos alternativos a los métodos tradicionales de resolución de
conflictos, basados en el ejercicio del principio de autoridad y del
mantenimiento del orden, que se apoyan en el diálogo y en la resolución
negociada, que tienen en cuenta el aspecto socioemocional y que pretenden dar
mayor responsabilidad y participación a los alumnos o miembros de la comunidad
educativa.
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